Descubriendo los secretos de la manta gigante en Costa Rica

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Esta publicación es parte de una serie de proyectos apoyados por el New England Aquarium’s Marine Conservation Action Fund (MCAF). A través de MCAF, el Acuario apoya a investigadores, conservacionistas y organizaciones locales en todo el mundo mientras trabajan para abordar los problemas más desafiantes que enfrenta el océano.

En este artículo, Ilena Zanella, becaria de MCAF, científica de tiburones y rayas y cofundadora de Misión Tiburón Costa Rica, comparte noticias de su proyecto para estudiar y proteger la manta gigante en Costa Rica. Desde el 2010 MCAF ha apoyado a Misión Tiburón en sus esfuerzos para llevar a cabo programas de investigación, protección, incidencia y educación enfocados en la conservación de tiburones y rayas en Costa Rica.

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Ilena Zanella

Nunca olvidaré mi primer encuentro con una manta gigante hace unos 20 años atrás, en las Islas Catalinas, aún recuerdo pensar “Nobles Gigantes”. Las Catalinas son islas de origen volcánico que se ubican frente a mi comunidad, Playas del Coco Guanacaste, en el Pacífico Norte de Costa Rica. Sus arrecifes rocosos mantienen una alta diversidad de especies marinas, principalmente durante los meses de los afloramientos. Entre diciembre y abril, los vientos alisios del noreste penetran al Pacífico Norte, empujando las aguas superficiales y produciendo los “afloramientos”, por la surgencia de aguas enriquecidas con nutrientes. Por esta razón, durante estos primeros meses del año especies filtradoras como las mantas gigantes visitan las costas del Pacífico Norte de Costa Rica.

Sí, nobles gigantes, creo no hay un nombre mejor para estas criaturas, que, a pesar de su gran tamaño (pueden alcanzar los 7 m de ancho) se mueven con extrema delicadeza entre el océano…parecen danzar en el agua. Sus ojos negros, grandes y profundos, te miran, te analizan, y te conectan, son criaturas majestuosas, que a la vez son indefensas y más bien muy vulnerables a acciones humanas.

Las miradas inquisitivas de las mantas reflejan su inteligencia. Entre los peces, poseen el cerebro más grande en comparación con su peso corporal, demostrando ser muy sociales con numerosos reportes de sus interacciones intra e interespecíficas. Aunque son animales “gigantes” pocas investigaciones se han realizado en el mundo sobre su historia natural y en Costa Rica pocos esfuerzos se han desarrollado en investigación y conservación de las mantas gigantes. Por los reportes de buzos y pescadores conocemos parte de los sitios donde ellas se congregan, pero desconocemos sobre su residencia, sus migraciones y el impacto ocasionado por acciones antropogénicas. Muchos secretos todavía las envuelven.

A giant manta in Catalinas Islands swimming over our bubbles. Photo by Andrés Berrocal
Una manta gigante en Islas Catalinas nadando sobre nuestras burbujas. Créditos Andrés Berrocal
I had a magical encounter with a giant manta on Isla del Caño, Costa Rica. Photo by Luis Carlos Solano
Un mágico encuentro que tuve con una manta gigante en Isla del Caño Costa Rica. Creditos Luis Carlos Solano

A nivel mundial, la principal amenaza para la manta gigante (Mobula birostris) ha sido la pesca, dirigida o incidental. El comercio internacional de sus arcos branquiales ha incrementado como respuesta a la demanda del mercado asiático. Esta presión pesquera ha degradado a nivel global sus poblaciones. Como consecuencia, en los últimos años surgió una preocupación mundial hacia la manta gigante: actualmente está incluida en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como Amenazada, Vulnerable, así como en Apéndice I y II de CMS (Convención sobre la conservación de Especies Migratorias), y en el Apéndice II de CITES (La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). En Costa Rica la manta gigante y las demás especies de la familia Mobulidae no representan un recurso pesquero, su captura y su comercio está prohibido bajo el decreto N.° 38027-MAG.

A pesar de esto, el inadecuado manejo de sitios críticos para la manta gigante puede impactar negativamente la salud de sus poblaciones. Por ejemplo, el mal manejo del turismo marino y la interacción con artes de pesca ocasionan estrés y daños físicos en los individuos que visitan estos hábitats esenciales, alterando su comportamiento, su residencia y posiblemente su ciclo de vida.

Gracias al apoyo del Marine Conservation Action Fund, el año pasado el equipo de Misión Tiburón inició formalmente la identificación de sitios esenciales para la manta gigante a fin de promover su conservación. Gracias a los fondos de MCAF, se han realizado charlas y talleres participativos con buzos, guías de buceo, instructores, compañías de turismo marino, con el fin de informar sobre la biología y conservación de la manta gigante, sus amenazas y sus vulnerabilidades, así como elaborar y promover un protocolo de buenas prácticas para bucear con estas criaturas, minimizando el estrés ocasionado por la presencia humana. Las personas interesadas han podido inclusive ayudarnos en la recolecta de información técnica, reportando sus avistamientos mediante el uso de nuestra aplicación “Misión Tiburón”, desarrollada para que los ciudadanos identifiquen y reporten sus avistamientos utilizando una hoja de datos estandarizada que incluye parámetros ambientales. Esta información complementa los datos científicos recolectados por los biólogos de Misión Tiburón sobre los hábitats críticos identificados para la manta gigante. Hasta el año 2020 se reportaron más de 300 avistamientos de manta gigante en el Pacífico de Costa Rica y se instauraron alianzas con 30 centros de buceo a lo largo de todo el país.

Como parte del proyecto, también hemos estado educando e inspirando a niños y jóvenes de comunidades costeras que interactúan con el turismo submarino; a través de actividades educativas en escuelas y festivales a fin de promover la conservación del océano e informar sobre acciones específicas para proteger a las mantas gigantes. El entusiasmo y la curiosidad hacia la vida marina de los niños, en especial de los animales gigantes nos llenan de energía y esperanza para seguir trabajando y lograr un mundo más consciente y responsable hacia la vida marina.

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